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Higiene íntima en las diferentes etapas de la mujer
La mujer, a lo largo de su vida, atraviesa diferentes etapas, que también se ven reflejadas en el pH vaginal. Para mantener la salud vaginal, es muy importante cuidar el pH vaginal y, para ello, se aconseja el uso de productos específicos para la higiene íntima, con pH adecuado para que no alteren. A continuación, vamos a exponer los cuidados óptimos en materia de higiene íntima que se aconsejan dependiendo de la etapa en la que nos encontremos.
En edad fértil, el pH vaginal oscila normalmente en unos valores entre 4.0 y 5.0, pudiendo experimentar ligeras variaciones durante el embarazo. Durante esta etapa, es recomendable utilizar un gel íntimo con pH fisiológico a diario, como puede ser Actifemme Íntimo, que además de su pH 4.5, tiene propiedades antifúngicos y antibacterianas.
Higiene íntima durante la niñez
Es fundamental enseñar a las niñas a mantener unos buenos hábitos de higiene íntima, pues les será de gran ayuda para evitar algunos problemas en el futuro si los mantienen.
Cuando se empieza a ir al baño de forma individual, es habitual que algunas niñas no se limpien de la forma correcta, usando el papel higiénico desde atrás hacia delante. Esto hace que los patógenos fecales se arrastren hacia la vagina y uretra, lo que puede derivar en molestias como picor, escozor, rojeces o llegar incluso a producirse infecciones como una vulvovaginitis bacteriana, que además de los síntomas anteriores, se caracteriza por un aumento del flujo vaginal con olor intenso, similar al del pescado.
Esta infección también puede originarse por el crecimiento excesivo y descontrolado de algunos microorganismos que están presentes de manera natural en la microbiota vaginal, a causa de algún tipo de alteración, como un cambio en el pH vaginal.
El pH vaginal hasta la pubertad varía entre 6.8 y 7.0, por tanto, podemos decir que es neutro. Esto se debe a causa de la escasa presencia de estrógenos.
Las recomendaciones sobre la higiene íntima que deben seguir las niñas en general, son el uso de productos de higiene que no alteren el pH vaginal, limpiarse desde delante hacia atrás y usar ropa interior de algodón para favorecer la traspiración, así como ropa cómoda y suelta.
Higiene íntima durante el ciclo menstrual
En la fase menstrual el pH suele estar comprendido entre 6.8 y 7.2. Se trata de un pH neutro o muy ligeramente ácido o muy ligeramente alcalino. Al aumentar la humedad de la zona íntima y el empleo de productos higiénico como compresas durante demasiado tiempo, favorece la proliferación de infecciones.
A causa de esto, muchas veces es necesario aumentar la frecuencia de la higiene íntima durante la menstruación, siendo importante emplear un gel íntimo con pH fisiológico. Como ya hemos mencionado, la alteración del pH vaginal, puede repercutir en el equilibrio de la microbiota vaginal y favorecer el desarrollo de infecciones.
Durante la menstruación, la zona vaginal se mantiene la mayor parte del tiempo húmeda a causa de la sangre que se va expulsando. Esto, unido a que el pH vaginal disminuye su acidez durante esta fase, puede contribuir a la aparición de infecciones en la zona, por lo que se aconseja prestar especial atención a la higiene íntima durante estos días y cambiar con regularidad compresas o tampones, incluso aunque la cantidad de flujo no sea muy abundante.
Higiene íntima durante el embarazo
Durante el embarazo, es muy aconsejable extremar el cuidado de la higiene íntima con la finalidad de evitar infecciones. Cuando se produce una infección vaginal (dependiendo del tipo y la gravedad) puede llegar a afectar a la salud del feto. En algunos casos, dependiendo de la gravedad, puede incluso aumentar el riesgo de aborto y/o de parto prematuro. El pH vaginal es más ácido de lo habitual en este periodo, lo que favorece el desarrollo de infecciones y puede originar molestias como picores e irritación. Una buena higiene, con productos adecuados, contribuye a evitar estas infecciones y a recuperar la microbiota vaginal tras el parto.
Higiene íntima durante la menopausia
Durante esta etapa de la vida, lo más característico es la disminución de la presencia de estrógenos, por lo que la mucosa vaginal es más fina y hay mucha menos secreción y más sequedad. Además, esta pérdida de estrógenos también debilita las paredes del tracto, pudiendo producirse pérdidas de orina que humedecen la zona y ya hemos mencionado cómo influye la humedad en el desarrollo de infecciones.
Estos hechos pueden producir una alteración del pH vaginal, que, al igual que ocurre durante la niñez, la disminución de estrógenos hace que suela ser próximo a 7 (neutro) y haya un aumento en la frecuencia de aparición de diferentes infecciones vaginales.
Además de productos para la higiene adecuados a este valor de pH, durante esta etapa, es aconsejable el uso de productos que ayuden a mejorar la hidratación de la zona.
Es muy fundamental tener presente que la disminución de la acidez favorece la aparición o continuidad de las infecciones vaginales, por ello, el uso de geles íntimos con pH adecuado en cada etapa es crucial para mantener una adecuada salud vaginal.