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Riesgo de deshidratación por gastroenteritis en niños
La DESHIDRATACIÓN podría ser la complicación más importante de una gastroenteritis, riesgo que aumenta cuanto menor es la edad del niño.
Qué es la gastroenteritis
La gastroenteritis en niños es la inflamación del estómago y el intestino. Como consecuencia y como mecanismo de defensa para expulsar lo que esté causando la inflamación, aparece la diarrea, que, además, puede ir acompañada de vómitos, fiebre o dolor abdominal. La inflamación también afecta a la microbiota intestinal, alterando su equilibrio.
Cuando las paredes y mucosas del intestino se dañan, este acelera sus movimientos para expulsar la causa del daño, de esta forma, el tiempo que los nutrientes y líquidos permanecen en el intestino se reduce, por lo que no pueden ser absorbidos correctamente. De aquí que las heces sean más acuosas o líquidas.
Causas de la gastroenteritis en niños
El principal motivo por el que se produce una gastroenteritis en niños es a causa de una infección, que, a su vez, puede tener diferentes orígenes.
Virus. Sin duda, los virus, como el rotavirus, son la principal causa de las gastroenteritis en niños. Generalmente, suelen empezar con fiebre y vómitos durante un par de días y continua la diarrea varios días más. Los virus cuentan además con el factor de ser muy contagiosos.
Bacterias. Aunque no son tan frecuentes como los virus, algunas bacterias presentes en los alimentos, como la Salmonella o Shigella, pueden producir gastroenteritis en niños. En estos casos, el periodo de incubación es mucho más corto.
¿Cómo se tratan los síntomas de la gastroenteritis en niños?
El tratamiento fundamental de la diarrea aguda es dietético: aumentar la ingesta de líquidos y sales minerales, dieta astringente y apoyar con el uso de un probiótico específico.
En general no es recomendable el uso de antidiarreicos, como la loperamida, sobre todo si las heces son sanguinolentas o acompañadas de fiebre, el antidiarreico puede hacer que el intestino se mueva más despacio, por lo que en el mejor de los casos pueden disminuir las molestias abdominales y las heces líquidas, pero dificultan que el organismo expulse el agente infeccioso y no reducen la duración total del proceso o bien lo prolongan.
El dolor abdominal puede ser tratado con analgésicos, si bien en este caso no siempre son eficaces, sobre todo cuando el dolor es debido a los movimientos intestinales o acumulación de gases.
También es común el uso de probióticos para ayudar a restaurar el equilibrio de la microbiota intestinal y mejorar los episodios de diarrea.
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Complicaciones de la gastroenteritis en niños
Como hemos comentado al inicio, la principal complicación de una diarrea es el riesgo de deshidratación, que puede ser bastante grave. Como también indicábamos, el riesgo aumenta a menor edad del niño. Es muy importante permanecer atentos y acudir a urgencias ante sospecha.
La inflamación intestinal hace que los líquidos no se retengan el tiempo suficiente para ser absorbidos y se eliminan en las heces, por lo que la cantidad que tiene el organismo puede ser insuficiente. Además, si también se presentan vómitos, aún se dificulta más la ingesta y absorción de líquidos, pues solo llegan al estómago.
Si la deshidratación que se presenta es leve o moderada, se procede a la terapia de rehidratación oral, si bien esta no es posible o si se presenta una deshidratación grave, se debe recurrir entonces a la rehidratación de tipo intravenosa.
Los principales síntomas de la deshidratación a los que prestar atención son: presencia de sequedad en las mucosas, náuseas, falta de fuerza o debilidad, cansancio, irritabilidad, disminución del rendimiento, orinar poco, llanto sin lágrimas, presentar ojeras, somnolencia y el hecho de pellizcar la piel y se quede la marca.
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