¿Cómo cambia la microbiota vaginal a lo largo de la vida de una mujer?

vaginalA medida que crecemos, el cuerpo evoluciona y se producen cambios constantemente. En el caso de la mujer, pasa lo mismo con la microbiota vaginal, ya que dependiendo de en qué etapa de la vida se esté, puede estar compuesta de unos microorganismos u otros. Una niña no posee la misma microbiota que una mujer en edad fértil o en la etapa de la postmenopausia.

La microbiota vaginal es el conjunto de microorganismos que habitan, en equilibrio, dentro de la vagina. Esta se encarga, principalmente, de proteger los genitales femeninos ante la entrada de patógenos que pueden colonizar dentro y provocar una infección vírica o bacteriana.

Está compuesta, en su gran mayoría, por Lactobacillus y Streptococcus, varias cepas de cada una de las bacterias.

La microbiota vaginal en los primeros años de vida es muy distinta a como la conocemos. Está habitada por bacterias provenientes de la microbiota intestinal y de la piel. Además, posee una mucosa más fina y poco húmeda, con escasez de nutrientes.

Cuando se pasa la primera etapa y se entra en la pubertad, comienza la producción de estrógenos y el epitelio vaginal empieza a ganar espesor. A su vez, aparecen los nutrientes y, con ellos, se facilita la colonización de lactobacilos.

En este proceso, todas las bacterias procedentes del intestino y la piel se eliminan y la propia microbiota vaginal controlará el crecimiento de otros microorganismos que puedan causar problemas en caso de proliferación, como por ejemplo el hongo Cándida Albicans. 

Durante la menstruación y el embarazo, también se producen ciertos cambios en la microbiota genital femenina. En el ciclo menstrual se libera un pH neutro que dificulta la profileración de Lactobacillus y favorece el crecimiento de la bacteria Gardnerella Vaginalis que lo hace mediante el aumento de hierro procedente de la menstruación. Tras el ciclo menstrual, todo vuelve a la normalidad.

Durante el embarazo el sistema inmunológico disminuye para evitar rechazo del embrión por el sistema de la madre. También disminuye el pH vaginal, que se compensa con el incremento de nutrientes y lactobacilos. Es un sistema de defensa vaginal para evitar la proliferación de patógenos vaginales o perinatales.

Tras la menopausia, la microbiota vaginal también se ve afectada. Puede ser una microbiota muy similar a la de las niñas, ya que disminuye exponencialmente la cantidad de lactobacilos en la vagina. Las bacterias de la microbiota intestinal y de la piel vuelven a colonizar la vagina.  Algunas mujeres sí mantienen cierta cantidad de lactobacilos en la vagina que puede aumentar mediante terapia.

Consejos para mantener una microbiota vaginal sana a cualquier edad

Como hemos visto, a cada etapa de la vida de la mujer le corresponde una microbiota distinta, pero lo que sí que hay que tener claro es que hay que cuidarla desde que se es una niña para ganar unos hábitos que de mayor se sigan respetando. De esta forma, será más difícil para los microorganismos patógenos acceder a la vagina y proliferar en ella.

Estos pueden ser unos consejos muy útiles para mantener una buena higiene vaginal en todas las edades:

  • Limpiarse siempre de adelante hacia atrás. Evitaremos el traslado de bacterias procedentes del recto a la vagina.
  • Cuidado con las duchas vaginales. Alteran el equilibrio de la microbiota vaginal. Tampoco es recomendable abusar de la higiene íntima. Siempre que lo hagas, lava solo la zona externa y no más de 2 veces al día.
  • Para la higiene íntima diaria, usa geles específicos, con pH fisiológico que no altere el normal de la vagina, entre 3,8 y 4,5. En cambio, si lo que necesitas es aliviar los síntomas de una infección fúngica, usa uno con pH alcalino (>4,5), que dificulte el sobrecrecimiento del hongo.

Desde PlusQuam Pharma te recomendamos Actifemme® Íntimo Fisiológico para higiene diaria con pH 4,5; y para higiene diaria durante infección por hongos Actifemme® Íntimo Alcalino con ph 8.

  • Evita las prendas apretadas y usar ropa interior de algodón. Las prendas ajustadas impiden que la zona genital respire y el uso de ropa interior de algodón favorece la transpiración y evita rozaduras.
  • En este artículo comentamos algunos consejos más que pueden ser útiles para mantener la higiene vaginal.

Uso de probióticos

En el caso de haber contraído ya alguna infección vaginal, el uso de probióticos también te puede ayudar considerablemente. Los probióticos se encargan de llegar a la microbiota y favorecer a la proliferación de las bacterias que habitan en ella. Además, pueden ayudar a aliviar los síntomas causados por la infección y a evitar futuras infecciones.

Para microbiota vaginal, nosotros contamos con Actifemme® Óptima, un complemento, y coadyuvante al antibiótico o antifúngico, que contiene 28 cápsulas orales con la cantidad necesaria de probióticos en cada una de ellas para conseguir esa protección y restablecimiento de la microbiota de los que hablábamos.

FUENTES CONSULTADAS

El Probiótico, E. (n.d.). La microbiota vaginal en las diferentes etapas de la vida de la mujer. El Probiótico. Retrieved October 22, 2024, from https://www.elprobiotico.com/microbiota-vaginal-etapas-mujer/