Las infecciones vulvovaginales son uno de los motivos más frecuentes por los que se acude a las consultas ginecológica. Muchas de estas infecciones comparten sus síntomas, que, además, son muy comunes, lo que dificulta su diagnóstico. Estos síntomas, como pueden ser el dolor o el picor vaginal o las secreciones inusuales, a veces también se incluyen en el cuadro de las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS).
Entre las más comunes tenemos la vaginosis bacteriana y la vulvovaginitis candidiásica, también conocida como candidiasis. Se caracterizan por la inflamación de la mucosa vaginal y de la piel vulvar, aunque no siempre se afectan ambas áreas de forma simultánea.
Contenidos del artículo
Vaginosis bacteriana.
Es la infección vaginal más frecuente: se ha estimado que la epidemiología en mujeres en edad fértil ronda el 12% en los países de la UE y supera el 20% en el resto del mundo (1,2). Durante la vaginosis bacteriana se alcaliniza el pH vaginal provocando una disminución significativa de la población de Lactobacillus, que, a su vez, es sustituida por bacterias perjudiciales para la microbiota vaginal. Normalmente el pH vaginal está entre 3,8 y 4,5 pero durante una infección bacteriana sus valores son superiores.
Según estudios, en un alto numero de ocasiones, las mujeres no muestran síntomas ante la vaginosis bacteriana, aunque en el caso de sufrirlos los más comunes son:
- Flujo vaginal anormal
- Olor a pescado
Vulvovaginitis candidiásica
Es la segunda infección vaginal más común y frecuente: casi el 75% de las mujeres experimentan esta infección una vez en toda su vida. La VVC, causada por el hongo Cándida álbicans, consiste en una proliferación del mismo en la microbiota vaginal que acidifica el pH de la zona.
Los síntomas más comunes son:
- Inflamación
- Edema
- Flujo vaginal
- Disuria
- Prurito
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Actifemme® Óptima es un complemento alimenticio que contiene una mezcla de probióticos y vitamina B2. Se puede tomar como coadyuvante al antibiótico o antifúngico durante la infección, es decir, es un complemento que puede ayudar a una recuperación más rápida.
Durante la infección, se recomienda tomar una cápsula de Actifemme® Óptima al día durante ocho semanas, lo que equivale a dos cajas del producto. Si la infección es recurrente, lo ideal es tomar dos cápsulas al día durante 14 días, siempre acompañando al antibiótico o antifúngico. Además, para evitar que la infección aparezca de nuevo, lo recomendado es continuar con el complemento durante ocho semana, tomando una cápsula al día.
Actifemme® Gel Íntimo Fisiológico. Este es el gel de higiene íntima, suave y sin jabón, para el cuidado íntimo diario. Su uso resulta especialmente adecuado en aquellas situaciones que requieren lavados frecuentes. Además, está recomendado a partir de los 5 años. En caso de una vaginosis bacteriana, al romperse el equilibrio de la microbiota normal, se produce una alcalinización del pH y este gel íntimo restaura y protege el equilibrio de la zona íntima acidificándolo hasta obtener el pH normal en esta zona (4,5).
Actifemme® Gel Íntimo Alcalino. Es un gel suave, sin jabón, para el cuidado íntimo diario en caso de infección vaginal por hongos. Ayuda a calmar el picor, escozor e irritaciones de la piel en caso de Candidiasis. Aporta una agradable sensación de frescor y confort durante todo el día. Su función es crear un clima hostil para el hongo alcalinizando el pH vaginal y así evitar la proliferación de la Cándida.
Bibliografía
- Kenyon, Chris, Robert Colebunders, and Tania Crucitti. «The global epidemiology of bacterial vaginosis: a systematic review.» American journal of obstetrics and gyneco p9y 209.6 2013): 505-523.
- Van de Wugert, Janneke HHM, and Vicky Jespers. «The global health impact of vaginal dysbiosis.» Research in microbiology 168.9-10 2017): 859-864.