Vacaciones, destinos cálidos, destinos exóticos y mucho relax… hasta que aparece la temida diarrea del viajero. Para disfrutar sin contratiempos, aquí tienes consejos prácticos y con respaldo científico:
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¿Por qué suele aparecer más en verano?
La diarrea del viajero afecta entre el 10 % y el 40 % de quienes viajan a destinos de riesgo, y su incidencia aumenta en temporada estival y destinos cálidos, donde los estándares de higiene pueden ser deficientes. La diarrea del viajero suele contraerse por la ingestión de alimentos y agua contaminados con heces. Los patógenos bacterianos, sobre todo Escherichia coli, son responsables del 80‑90 % de los casos.
Higiene de manos: tu mejor defensa
Lavarse las manos con agua y jabón antes de comer, tras ir al baño o después de manipular alimentos es la medida más eficaz para prevenir infecciones digestivas. Si no hay agua, usa gel hidroalcohólico con al menos 60 % de alcohol.
Cuidado con el agua y hielos
- Bebe solo agua embotellada sellada o tratada (hervida, filtrada o con desinfectante).
- Evita el hielo en las bebidas, pues muchas veces se prepara con agua no segura.
- Cepíllate los dientes con agua embotellada.
Selección de alimentos con sentido común
- Come solo alimentos bien cocinados y recién hechos; evita carnes, pescados o mariscos crudos o poco cocinados.
- No confíes en ensaladas sin lavar tú mismo ni alimentos de puestos callejeros con higiene desconocida.
- Elige frutas peladas por ti mismo (como plátano o mango), y evita lácteos no pasteurizados o mayonesas locales.
¿Y los antibióticos profilácticos?
No se recomiendan para la mayoría de los viajeros debido al riesgo de resistencia bacteriana y efectos secundarios. Solo deben considerarse en casos muy concretos (viajeros inmunodeprimidos, itinerarios críticos) tras evaluación médica individual.
Probióticos: ¿tienen evidencia?
Una revisión actualizada concluye que algunos probióticos específicos reducen el riesgo de diarrea del viajero en hasta un 15 % (RR ≈ 0,85; IC 95 % 0,79–0,91).
En concreto, Saccharomyces boulardii mostró una reducción significativa del riesgo y Lactobacillus rhamnosus GG mostró tendencia favorable.
Cómo utilizar los probióticos
- Inicia el consumo 3 días antes del viaje, continúa durante el viaje y hasta unos días tras el regreso.
- Asegúrate de que la cepa esté documentada como Saccharomyces boulardii o Lactobacillus rhamnosus GG y la dosis sea adecuada (al menos entre 5 x 109 y 1 x 1010 unidades formadoras de colonias (UFC) al día).
- Consulta con un médico, especialmente si tienes condiciones de salud especiales o estás tomando otros tratamientos.
Qué hacer si ya aparece la diarrea
- La deshidratación es la complicación más común, por lo que lo principal es hidratarse bien con soluciones de rehidratación oral formuladas de acuerdo con los criterios de la Organización Mundial de la Salud. Evita los refrescos o zumos, su exceso de azúcar puede agravar el proceso.
- Acude a un profesional si los síntomas duran más de 48 horas, la fiebre es elevada, hay signos de deshidratación o si viajas con menores de 4 años o personas mayores.
Nuestro consejo: Vitaplus® Boulardii, tu compañero de viaje

Cuando viajes, especialmente a destinos donde los estándares de higiene pueden ser menores a los españoles, no olvides incluir en tu maleta Vitaplus® Boulardii, un complemento alimenticio formulado con Saccharomyces boulardii (500 mg) y Lactobacillus rhamnosus GG (ATCC 53103) (1 x1010 UFC) para prevenir episodios de diarrea. Puedes empezar a tomar Vitaplus® Boulardii desde 3 días antes de emprender tu viaje y seguir tomándolo durante toda tu estancia. Su práctica presentación en sobres bucodispersables monodosis que se ingieren directamente sin necesidad de agua, ni refrigeración, es ideal para llevarlo en el bolso, en la mochila o en la maleta.
Si aparece la diarrea, combina Vitaplus® Boulardii para mejorar los síntomas, con Hidrasal® Limón, un complemento alimenticio en forma de comprimidos efervescentes destinado al aporte de líquidos, azúcares y sales minerales para prevenir la deshidratación. Ambos productos son aptos para adultos y niños.
Bon voyage!
Bibliografía
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