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DIGESTIVO
La diarrea es uno de los trastornos intestinales más frecuentes, de forma que prácticamente todo el mundo ha sufrido en un momento u otro de su vida, episodios de diarrea más o menos intensa
DIGESTIVO
DIARREA AGUDA
La diarrea es uno de los trastornos intestinales más frecuentes, de forma que prácticamente todo el mundo ha sufrido en un momento u otro de su vida, episodios de diarrea más o menos intensa. Se define como la presencia de heces más líquidas de lo habitual, generalmente acompañadas de un número aumentado de deposiciones.
DIARREA AGUDA
La diarrea es uno de los trastornos intestinales más frecuentes, de forma que prácticamente todo el mundo ha sufrido en un momento u otro de su vida, episodios de diarrea más o menos intensa. Se define como la presencia de heces más líquidas de lo habitual, generalmente acompañadas de un número aumentado de deposiciones, que pueden ir o no asociada a fiebre o vómitos
La duración de la diarrea aguda es inferior a 3 semanas, mientras que si la diarrea dura más de 3 semanas hablaremos de diarrea crónica.
La diarrea aguda puede estar causada por una intoxicación alimentaria, una infección alimentaria o una toxiinfección alimentaria.
Infección alimentaria: es la enfermedad ocasionada por la ingestión de alimentos o agua contaminados por microorganismos vivos: virus (Rotavirus), bacterias (Salmonella) o parásitos (Anisakis)
Intoxicación alimentaria: se produce al ingerir un aliento que contiene un compuesto tóxico. Esta sustancia tóxica puede proceder de productos de limpieza, fitosanitarios, medicamentos veterinarios, contaminaciones ambientales, o ser una sustancia producida por la bacteria u hongo que contamina el alimento: toxinas bacterianas, por ejemplo: E. Coli, estafilococo, botulismo.
Toxiinfecciones alimentarias: enfermedades producidas por microorganismos patógenos (infección) o sus toxinas (intoxicación), por ejemplo: salmonelosis o toxoplasmosis.
Qué es la microbiota
Importancia de la microbiota intestinal
Nuestro organismo está colonizado caso al completo por bacterias “amigas” que forman la microbiota normal del organismo. De hecho, en términos numéricos, estamos formados por más células bacterianas que por células humanas.
Existen zonas de organismo donde la microbiota desarrolla funciones esenciales para que estemos sanos: son la microbiota intestinal, la microbiota gástrica, la microbiota vaginal, la microbiota urinaria, la microbiota dermatológica, la microbiota bucal, la microbiota pulmonar, la microbiota ocular, etc…
Cada persona dispone de una microbiota ligeramente diferente, dependiendo de si su nacimiento fue vaginal o por cesárea, su genética, su alimentación, toma medicamentos, su estilo de vida, su edad y su ciclo hormonal.
La alteración de la microbiota puede derivar en trastornos de diferente índole como: trastornos digestivos, trastornos neurológicos, trastornos metabólicos, trastornos urinarios, trastornos alérgicos, trastornos cutáneos, trastornos genitales, trastornos reumatológicos, trastornos respiratorios, trastornos cardíacos y trastornos inmunitarios.
La microbiota intestinal que puede representar hasta 1 kg en un adulto de 80 Kg y está formada por gran cantidad de especies diferentes de bacterias, hasta 400 especies.
Esta microbiota intestinal, desarrolla funciones esenciales para nosotros, sin las cuales no podríamos sobrevivir: ayuda a digerir y absorber nutrientes, ayuda a mantener los niveles de glucosa y colesterol normales en sangre, protege y mantiene estable la mucosa del intestino, interviene en la regulación de la producción de algunos neurotransmisores (p. e. serotonina), produce vitamina K para mantener la coagulación de la sangre estable, estimula el sistema inmune y ayuda a proteger al organismo de infecciones, ayuda a disminuir la inflamación intestinal, etc…
Un desequilibrio de la microbiota intestinal puede causar daños intestinales como: diarreas infecciosas, diarreas asociadas a antibióticos, diarreas del viajero, estreñimiento, intolerancias alimentarias, síndrome del intestino irritable (SII), colitis ulcerosa, cólico del lactante, enfermedad de Crohn.
+ INFORMACIÓN
El tratamiento fundamental de la diarrea aguda es dietético: aumentar la ingesta de líquidos y sales minerales, dieta astringente y apoyar con el uso de un probiótico específico.
En general no es recomendable el uso de antidiarreicos, tipo loperamida, y sobre todo si las heces son sanguinolentas o acompañadas de fiebre.
VitaPLUS® Boulardii reduce la inflamación, la gravedad y la duración de la diarrea aguda en niños y adultos.
VitaPLUS® Boulardii ayuda a prevenir las diarreas asociadas a la toma de antibióticos, diarreas del viajero, gastroenteritis aguda, diarreas bacterianas o virales (producidas por rotavirus en la edad infantil), diarreas de origen inespecífico y prevención de la infección recurrente asociada a Clostridium difficile.
Vitaplus ® Boulardii combina la levadura probiótica Saccharomyces cerevisiae var. boulardii CNCM-I-3799 500 mg, y Lactobacillus rhamnosus GG (1×10^10) y por otro los beneficios propios de los Fructooligosacáridos (FOS-Actilight®) 500 mg. Contiene las 2 cepas probióticas más estudiadas y con mayor evidencia en guías internacionales.
Esta combinación ayuda a restaurar el equilibrio de la microbiota intestinal en aquellas situaciones en las que puede haberse visto alterada.
Los Fructooligosacáridos (FOS-Actilight®), son un tipo de fibra soluble con propiedades prebióticas estimulando la microbiota normal y ayudando a mantener el sistema digestivo saludable.
VitaPLUS® Boulardii es compatible con la toma de antibióticos. Puede administrarse a niños a partir de los 3 años de edad.
VitaPLUS® Boulardii es muy cómodo, la dosis diaria recomendada es de 1 stick al día durante 5-7 días, justo antes o durante alguna de las comidas. El producto está diseñado para ser ingerido directamente. No es necesario mezclarlo con los alimentos o diluirlo en agua; aunque si se prefiere, puede tomarse diluido o combinado con otros alimentos, como por ejemplo: zumos, batidos, yogures, etc.
VitaPLUS® Boulardii tiene un agradable sabor a leche y puede ingerirse directamente.
Hidrasal® Limón es el único complemento alimenticio efervescente destinado al aporte de agua y sales minerales necesarias en caso de deshidratación.
Hidrasal® Limón contiene dextrosa, ácido cítrico, bicarbonato de sodio, cloruro de sodio, cloruro de potasio, limón, sucralosa y riboflavina.
Hidrasal® Limón es muy fácil de preparar, usar y llevar.
Para preparar la solución, añadir 2 comprimidos a 200 ml de agua potable y esperar a que esté completamente disuelto (remover si fuera necesario). Una vez preparada la solución, se recomienda la administración de pequeñas cantidades (sorbos o cucharaditas de menos de 5 ml), para favorecer la absorción y el reposo intestinal.
Adultos y niños con un peso mayor de 20 Kg: Administrar 200 ml – 400 ml 3 veces al día.
Niños con un peso menor de 20 Kg: Administrar 10 ml/Kg 3 veces al día.
- Consumir alimentos que hayan sido tratados o manipulados higiénicamente.
- Evitar el contacto entre los alimentos crudos y los cocinados.
- Cocinar correctamente los alimentos.
- Consumir los alimentos inmediatamente después de ser cocinados.
- Un alimento cocinado, es un alimento higienizado.
- Calentar suficientemente los alimentos cocinados.
- Asegurar una correcta higiene de la persona que va a manipular los alimentos y una limpieza adecuada en todas las superficies.
- Mantener los alimentos fuera del alcance de insectos, roedores y animales de compañía.
- Utilizar exclusivamente agua potable.
- No consumir alimentos perecederos que estén expuesto a temperatura ambiente.
La deshidratación, la fiebre elevada, el dolor abdominal intenso o la presencia de sangre en las heces son motivos para realizar una consulta con su médico.